Decidí leer este libro por el simple hecho de que la
sinopsis me había llamado mucha la atención, pocos libros tienen un parecido
con el libro, a eso se le llama originalidad, así que me gustó y decidí
animarme.
Miranda Kenneally, en esta ocasión, nos lleva a vivir la vida de
Jordan Woods, una chica un tanto peculiar. No es de las típicas chicas
obsesionadas con los chicos, estrellas pop o la moda, simplemente su vida gira
entorno a su pasión, el fútbol americano. Jordan tiene millones de metas en su
vida, pero la principal de todas es ir a la universidad de Alabama y jugar para
su equipo. Jordan no suele tener amigas mujeres, ¡no tiene ni una!, su circulo
social gira entorno a sus compañeros del equipo de fútbol (algo que me encantó)
quienes están dispuestos a pelear con uña y sangre solo por el bienestar de
Jordan.
Hubo dos personajes, además de Jordan, que hicieron que no
dejara de leer este libro nunca. Ty y Henry.
Ty es un chico normal
el cual le gusta el fútbol. Es un chico bastante complicado con más de un
problema, pero simplemente encantador. Henry, es el mejor amigo de Jordan, un
chico relajado pero sin esperanzas de vivir algún futuro relacionado con el
fútbol. Es muy divertido y gracioso, y la manera que pone a sus amigos y
familia sobre cualquier cosa es maravillosa.
Este libro se narra desde el punto de vista de Jordan, sus
pensamientos, deseos, absolutamente todo. Este libro fue marcado con la
característica de Literatura Juvenil, cosa que apoyo completamente, no solo por
la trama sino por el lenguaje utilizado.
Este libro es uno que yo recomendaría mucho. Al leerlo se
hace una lectura bastante frágil y para nada pesada, sin embargo en ningún
momento la lectura se torna aburrida. Tiene momentos tanto divertidos, tristes,
emocionantes y momentos que demuestran la superación personal de la persona. Es
un momento increíblemente grato. Vale la pena intentar leerlo.
MI PUNTUACIÓN
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