Autora: R.J. Palacio
Saga: Si.
Editorial: Nube de tinta
IBSN: 9788415594024
Nº Páginas: 414
"Su cara lo hace distinto y él solo quiere ser uno más. Camina siempre mirando al suelo, la cabeza gacha y el flequillo tratando en vano de esconder su rostro, pero, aun así, es objeto de miradas furtivas, susurros ahogados y codazos de asombro. August sale poco, su vida transcurre entre las acogedoras paredes de su casa, entre la compañía de su familia, su perra Daisy y las increíbles historias de La guerra de las galaxias.
Este año todo va a cambiar, porque este año va a ir, por primera vez, a la escuela. Allí aprenderá la lección más importante de su vida, la que no se enseña en las aulas ni en los libros de texto: crecer en la adversidad, aceptarse tal como es, sonreír a los días grises y saber que, al final, siempre encontrará una mano amiga."
Un libro que cause tanta polémica inmediatamente
captará mi atención así su sinopsis sea la peor (En este caso no fue así) Todos
hablaban de este libro y de lo fuerte que es, sus calificaciones no bajaban de 4/5
y todos lo describían como un libro épico ¿Cómo no interesarme en este libro? De
por si que la sinopsis me gusta, te da una pequeña introducción de lo que se
hablará en todo el libro y, en esas cortas líneas de la sinopsis, te das cuenta
de que la lectura será fresca.
Este libro nos muestra la historia de August o Auggie,
un niño de diez años exactamente igual que los demás, fanático de la guerra de
las galaxias, le gustan los videojuegos, los libros, jugar y montar bici, a
excepción de una cosa: por problemas genéticos, la formación de su rostro no ha
sido la adecuada, en pocas palabras, su cara podría denominarse como “deforme”.
En un intento de proteger a Auggie de las críticas de la sociedad, sus padres
han decidido educarlo en casa con sus padres como sus profesores hasta que, un
día, se toma la decisión de que Auggie vaya por primera vez a la escuela. Víctima
de los malos tratos, burlas, miradas Auggie nos presenta como es su vida en la
escuela y, como entremés, nos da una lección de vida.
Esta es una novela que hablas de temas un tanto
delicados: la aceptación social, la importancia del aspecto físico, el
crecimiento personal. Pero los trata de una forma muy tranquila, con un poco de
humor y jovialidad ya que hay que tener en cuenta que hablamos de la mente
inocente e infantil de un niño de diez años. Es un libro que te hace abrir la
mente a cosas que la sociedad probablemente no acepte hoy en día, te hace
pensar y reflexionar sobre las cosas que pensamos y no decimos, nuestras acciones.
Definitivamente, luego de leer este libro, empezarás a pensar las cosas antes
de decirlas. La forma de escribir de la autora es muy ágil y ligera y esto,
mezclado con una excelente trama, el libro que resulta es magnífico ¡Una buena receta de cocina!
Existen muchos personajes, tanto principales, como
secundarios, como terciarios, lo cual me gustó bastante porque realmente logra
que te metas en la historia. Mucha de la trama se desarrolla en el colegio de
Auggie y, su narración, habla hasta del chico que se pasó a beber agua ¡Muchos
personajes! Lo que le da un efecto más realista.
Mientras leía el libro, me di cuenta de que no solo se
narra desde el punto de vista de nuestro protagonista, August Pullman, si no
que también se narra desde el punto de vista de Via, Justin, Miranda, Jack y Summer.
Pensé que esto no me llegaría a gustar ya que, los primeros capítulos los narra
Auggie, y como me gustaba como se llevaba el libro, pensé que si lo narraba
otro perdería el encanto ¡Qué gran error! Fue una oportunidad de conocer el
punto de vista de otros personajes, sus fortalezas, sus debilidades y la forma
en como su August Pullman había cambiado su vida.
Este es un libro mágico que habla de realidades que pocos queremos afrontar y que, nuestra escritora, nos la ha mostrado de la mejor forma, en la ida de August Pullman.
Este es un libro mágico que habla de realidades que pocos queremos afrontar y que, nuestra escritora, nos la ha mostrado de la mejor forma, en la ida de August Pullman.
MI PUNTUACIÓN
5/5
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