¡Espero y se encuentren muy bien! Con mucho placer les muestro esta nueva entrada que trata de mis frases favoritas que recopilé del libro Pero a tu lado de las autoras Amy Lab (Recordemos que es un seudónimo) Es un libro bastante completo, con escenas y pensamientos que a mi parecer son maduros, cosa que me fascinó. Un libro que me encantó desde la primera letra hasta el fin y merece que les muestre mis frases favoritas. Así que sin más rodeos estas son mis frases favoritas:
"Bien
pensado, es bueno saber que las personas somos únicas e insustituibles."
"¡El amor
es una fuerza poderosa! Cuando quieres a alguien, antepones sus deseos a los
tuyos. Incluso tus creencias se tambalean, te lo aseguro. He claudicado. Para
él es importante y, por tanto, para mi también."
"Nunca he
comprendido qué hace que las personas seamos tan masoquistas; por qué nos
empeñamos en sufrir por nuestros sentimientos cuando la razón nos dicta el
camino correcto."
"Cuando
quieres a alguien, luchas por estar a su lado cada momento y no importan los
obtáculos ni la distancia. Cuando quieres a alguien, no puedes soportar la
idead de que esté con otra persona y te duele si eso ocurre. Aunque a veces te
saque de tus casillas o te enfade o te haga daño, esa persona se vuelve
irreemplazable, no entiendes la vida sin ella y el mundo se hace inhabitable si
no está a tu lado. Si quieres de verdad, lo haces con el alma, sin pedir nada a
cambio, ni siquiera ser correspondido."
"-Todo sería más fácil si te apartara -me dijo.
-¿Y por qué no lo haces?
-No lo sé... -respondió finalmente-. No lo sé... -repitió más bajo acercando
tanto su cara a la mía que podía respirar su aliento-. No lo sé... -susurró de
nuevo apoyando su frente contra la mía.
Me oí a mí misma tragar saliva y sentí que él hacía lo mismo. Tenía los labios
entreabiertos, esos carnosos labios que me atraían como si de un imán se
trataran. Iba a besarme, lo sabía, y deseaba que lo hiciera con todas mis
fuerzas. La oscuridad alcanzó su rostro. Ya no podía verlo."
"-¿Me estabas
besando?
-¡Yo! -«niégalo, niégalo, niega lo evidente, Alexia»-. ¡Ja!
Más quisieras -«Dios, qué vergüenza, que me trague la tierra ya». -Me estabas besando –aseveró con una sonrisa socarrona.
-Pero si estabas medio dormido.
-O sea, que lo admites.
-¡No admito nada! Digo que, como estabas dormido, habrá sido que tu mente te ha
jugado una mala pasada.
Se rio. Yo no tenía la culpa, fue una pulsión irrefrenable y esa voz que me
animaba a hacerlo… Y pensé que él me estaba respondiendo. Dios, qué vergüenza.
Pero, claro, si había comenzado mi argumento negándolo todo, ahora no podía
cambiarlo.
-Me voy a mi casa –dije mientras me dirigía hacia las escaleras.
-¿Y vas a saltar en albornoz?
-Saltaré como me dé la gana.
-¿Otro beso de buenas noches? –casi no pudo terminar la frase de la risa.
-Que te den."
Espero y les haya gustado esta entrada. Como verán fui capaz de llorar, suspirar y reír con este libro.
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