Venezuela: Lectores sin libros.

¡Hola! espero que se encuentren muy bien. La entrada de este día será un poco diferente a como las he llevado haciendo a lo largo de los días, pero como siempre digo, me gusta expresarles y compartirles lo que me ronda en la cabeza. Soy Venezolana y amo a mi país tanto como me gusta leer, por lo tanto esta entrada hablaré sobre una situación que está viviendo Venezuela acerca de la lectura. En comparación a otras cosas que vive el país, esto podría significar el menor de los problemas, pero un buen país se basa en la cultura del ciudadano, y nuestra cultura está decayendo. 

En la "Encuestra del comportamiento del lector, acceso al libro y la lectura en Venezuela" los resultaron expresaron que el 83% lee algún tipo de publicación (Como por ejemplo, noticias) y el 50% prefiere los libros. Estos resultados indican que Venezuela está por encima de Colombia, México y Brasil. El Ministerio de Cultura declaró el año 2013 como el año de la lectura, con el fin de seguirla promoviendo. 

Por este tema de la lectura salen al aire algunos comentarios que son buenos escuchar, analizar y responder, como este: "El venezolano, sin duda, lee más ahora que hace cinco años. Pero no creo que se trate de 50% del país. Quizá esas cifras se deban a un espejismo que es difícil de medir: en  las ferias hay una marejada de gente que adquieren títulos y uno pensaría que leen mucho, pero luego no vienen a las librerías. Hay personas que sólo compran en ferias”. Y yo respondo a esto: el Venezolano se resiste a los precios. Fundabiblioteca y Filven son instituciones que realizan ferias del libro en distintas ciudades de Venezuela en las cuales 

se puede ver una pequeña variedad de libros y algunos a precios exorbitantes, no todos los Venezolanos están dispuestos a pagar casi 1.000 BsF. por un libro. Por esta misma razón, existe mayor aglomeración de personas en las ferias, ya que existe como característica precios más bajos. 

La gran escasees de los libros se debe a que desde el 2008 los productos editoriales salieron de la lista de bienes prioritarios para la adquisición de dólares Cadivi. Editores y libreros culpan de los precios altos a las dificultades para la adquisición de divisas para comprar libros y materiales para imprimir en el país. 

Quisiera, sobre todo, hacer hincapié en una de las cosas que explica Carlos Delgado Flores: “Hay serias discrepancias en el modo en que se mide el mercado del libro, que es (...) el rubro base de la cultura ilustrada y una de las industrias culturales más importantes para una sociedad moderna, civilizada y democrática” ¿Podemos darle un aplauso? 

 

El Ministerio de Cultura intenta aliviar o resolver este problema realizando iniciativas dirigidas a las personas que tienen menor acceso a ellas, sin embargo, el pueblo opina que la mejor solución para este problema es una sola: enfocarse en negociar con el sector privado subsidios o la adquisición de dólares. “Tenemos dificultades para traer libros y a veces apelamos a las maletas o a DHL y eso tiene un costo que termina pagando el consumidor” es lo que expresa Garcilaso Pumar, entre otras cosas: dueño de una librería. 

Libros como Doña Bárbara, Cien años de soledad y La culpa es de la vaca el año pasado costaban entre 50 y 150 bolívares fuertes, hoy sobrepasan los 200.

VENEZUELA NECESITA CULTURA

En comparación a los problemas que están atentando contra la estabilidad del pueblo Venezolano, esta puede parecer una de las menores preocupaciones que debería tener el gobierno. Pero pensando en un mejor futuro, las consecuencias a largo plazo que tiene este problema son bastante graves. Citando exactas palabras de Calor Delgado Flores: "(...) cultura ilustrada y una de las industrias culturales más importantes para una sociedad moderna, civilizada y democrática” No podría estar más de acuerdo. Los libros son una gran fuente de conocimiento, educación y muchas veces, lo que aprendemos en los libros, no se aprende en una carrera universitaria o en un Doctorado. La educación y la cultura Venezolana son la base de un buen país, y si esto está débil ¿Qué queda de nosotros?